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TÉCNICAS DE SUTURAS

http://www.youtube.com/watch?v=iDXOBcHHNPc

Material necesario:

 

 

Figura 1. Aguja curva unida al hilo de sutura  

Figura 2. Portaagujas

 

Figura 3. Mosquito

 

Figura 4. Grapadora precargada

 

Figura 5. Quitagrapas

Materiales para la sutura

Existen multitud de materiales, pero los más usados son:

  • Hilos: varían de grosor según la zona a tratar, desde el 0 el más grueso, a 4:0 el más fino (existen otras variantes, hasta 20:0 que es usado en oftalmología).
    • Vycrill: material reabsorbible, el mas adecuado para las suturas intradérmicas, ya que desaparecerá por si solo.
    • Seda: no reabsorbible, multifilamento, natural. Muy flexible, y resistente. Soporta grandes tensiones.
    • Ethylon: no reabsorbible, monofilamento, sintético.
  • Grapas: fáciles de usar, no producen reacción en el paciente, las mas indicadas en suturas en el cuero cabelludo.
  • Esparadrapos quirúrgicos: tipo steri-strip.  Para laceraciones lineales, sin tensión,  superficiales.
  • Pegamentos sintéticos: tipo tissucol, poco usados en AP.

Líneas de Langers

Las líneas de distribución de tensión en la piel. Es importante que siempre que se pueda colocar los puntos en perpendicular a estas líneas, de forma que la cicatriz soporte la menor tensión posible (y así lo mas estética posible).

Preparación del campo quirúrgico

Antes de cualquier actuación sobre una disrupción de la continuidad de la piel, hay que preparar el campo quirúrgico.
Primero limpieza de la zona a anestesiar, luego la anestesia.
Limpiar con desinfectante la zona quirúrgica mientras nos preparamos para la sutura (lavado de manos y guantes estériles), colocar los paños para aislar la zona.
Así evitaremos en lo posible la infección operatoria y el resultado será mas satisfactorio.

Nudo simple de cirujano

Para evitar pincharse de manera accidental mantener la aguja separada del campo de acción mientras se realiza el nudo, puede controlarse con el mosquito.

  1. Es el nudo más frecuentemente utilizado en A.P. Para realizar el nudo se enrolla el extremo largo de la sutura (unido a la aguja) alrededor del portaagujas con dos vueltas (doble lazada sobre porta, con hilo proximal). Con la punta del porta se sujeta el cabo suelto, y se estiran los extremos para tensar el nudo.
  2. Se repite la operación en el sentido contrario, para fijar el nudo.
    Se estiran ambos cabos para cortar el hilo y dejar dos extremos cortos.

 

     
 
 Sutura discontinua

Indicaciones:

  • Laceraciones, para reaproximación de bordes.
  • En zonas de tensión, supraarticulares.

Contraindicaciones: heridas sucias, con signos de infección, necrosis, mala vascularización.

Material necesario:

  • Anestésico.
  • Suero fisiológico.
  • Paños asépticos, guantes, desinfectante.
  • Material de cirugía:  
    • Tijeras de punta recta.
    • Material de sutura con aguja:  el adecuado según el tipo de piel, la herida, etc. (figura 1).
    • Portaagujas (figura 2).
    • Mosquito (figura 3).
    • Pinzas (con o sin dientes).

Técnica: 

Aproximación de los bordes de la laceración, mediante la colocación de puntos simples anudados por separado.

Con las pinzas se eleva uno de los bordes de la herida, mientras que con el portaagujas se introduce la aguja a 1cm desde el exterior hacia el interior (de dermis a hipodermis). Debe deslizarse el hilo de sutura hasta dejar un cabo corto. En el otro borde se realiza la misma operación para pasar el hilo desde el interior al exterior.
De este modo tenemos atravesada toda la incisión, con un cabo corto a un lado y uno largo (el cabo de la aguja) al otro lado. Se realiza un nudo de cirujano simple.

Es importante que la cantidad de tejido en cada borde de la incisión sea igual (entre 0,5 a 1 cm).

En una laceración, el primer punto de sutura debe ser colocado en la mitad de la longitud total, y los siguientes puntos en la mitad de cada mitad sucesiva.  Asi los puntos quedan colocados de forma simétrica.

 Sutura continua

Indicaciones:

  • Heridas largas, rectilíneas.
  • En zonas que no están sometidas a tensión.
  • Zonas donde la estética es primordial (la  forma continua intradérmica).

Contraindicaciones: heridas sucias, con signos de infección, necrosis, mala vascularización.

Material necesario:

  • Anestésico.
  • Suero fisiológico.
  • Paños asépticos, guantes, desinfectante.
  • Material de cirugía: 
    • Tijeras de punta recta.
    • Material de sutura con aguja:  el adecuado según el tipo de piel, la herida, etc.
    • Portaagujas.
    • Mosquito.
    • Pinzas (con o sin dientes).

Técnica:

Se realiza un primer punto de sutura, pero sin recortar los cabos, de modo que se continúa introduciendo el hilo de forma constante a lo largo de toda la incisión.

Usar las pinzas para separar el tejido.

Cruzar de forma subcutánea formando un ángulo de 45º con el eje de la herida, y salir por la dermis del lado opuesto (en la forma intradérmica, tanto la entrada como la salida se hacen por la hipodermis) manteniendo estos ángulos, la visión del recorrido hace que parezca perpendicular en la zona superficial mientras que es inclinado en la parte profunda.

Volver a introducir el hilo por la zona enfrentada al punto de salida anterior, y de nuevo 45º subcutánea, atravesando toda la herida.

Para terminar, cortar el cabo unido a la aguja de forma que sobresalga un poco para fijarlo a la piel con un esparadrapo quirúrgico, o realizando un nudo sobre el propio cabo.

 Punto de colchonero

Indicaciones:

  • Piel laxa, donde los bordes tienden a invaginar. De este modo se dispersa la tensión de los mismos.
  • Zonas de mucha tensión.
  • La subvariante vertical permite, en la misma operación, suturar varios planos de la herida con el mismo material.
  • La variante horizontal, esta indicada en pieles gruesas, sometidas a tensión, como palmas o plantas.

Contraindicaciones:

Heridas sucias, con signos de infección, necrosis, mala vascularización.

Material necesario:

  • Anestésico.
  • Suero fisiológico.
  • Paños asépticos, guantes, desinfectante.
  • Material de cirugía:   
    • Tijeras de punta recta.                
    • Material de sutura con aguja:  el adecuado según el tipo de piel, la herida, etc.                                 
    • Portaagujas.
    • Mosquito.
    • Pinzas (con o sin dientes).

Técnica:

  • Vertical:
    Se pasa la aguja por la herida, de un extremo al otro a unos 0,5 cm del borde. A otros 0,5 cm del punto de salida, se vuelve a introducir la aguja para pasar de nuevo a través de toda la herida hasta el punto origen, pero de forma mas profunda,  saliendo a unos 0,5 cm del primero. Se mantiene la misma dirección en los cuatro puntos. Se anuda el hilo , con ambos cabos saliendo del mismo lado, con el nudo habitual.

 

  • Horizontal:
    De igual modo, se pasa la aguja de un extremo al otro, pero se aproxima trasladando el punto a 0,5 cm al lateral del origen, quedando en la misma línea paralela a la herida.
    Se reintroduce a la misma profundidad.

 

 Sutura intradérmica

Indicaciones:

  • Heridas profundas donde tanto la dermis como la hipodermis deben ser unidas.
  • Aproxima los márgenes reduciendo la tensión en la herida.
  • Evita los espacios muertos donde se pueden formar hematomas, seromas.

Contraindicaciones:

Heridas sucias, con signos de infección, necrosis, mala vascularización.

No se debe usar para heridas sometidas a tensión, ya que se produciría isquemia de los márgenes y una antiestética cicatriz.

Material necesario:

  • Anestésico.
  • Suero fisiológico.
  • Paños asépticos, guantes, desinfectante.
  • Material de cirugía:   
    • Tijeras de punta recta.                             
    • Material de sutura con aguja: el adecuado según el tipo de piel, la herida, etc. (figura 1). Para este punto se debe usar material reabsorbible.
    • Portaagujas (figura 2).
    • Mosquito (figura 3).
    • Pinzas (con o sin dientes).

Técnica:

Se trata de unir la hipodermis, sin sobresalir a dermis.

Desde la profundidad de la herida, se introduce la aguja para que salga por la hipodermis, debajo de la superficie cutánea. 

Se reintroduce por el otro lado, en esta ocasión desde arriba hacia abajo.

Es importante señalar que el ángulo de entrada y la dirección (desde abajo hacia arriba) es distinto que en los otros puntos, ya que lo que nos interesa es que los cabos queden mas profundos que el paso de sutura. Así, cuando se forme el nudo, será mas profundo, quedara enterrado y mantendrá mas firme la sutura.

Es obligado que la dermis quede intacta.

 

 

 Laceración en cuero cabelludo

Indicaciones:

  • Se recomienda el uso de grapas, para las laceraciones lineales simples.
  • Para las complicadas, melladas, se puede requerir el uso de cierre tipo colchonero, continua, etc.

Contraindicaciones:

Heridas sucias, con signos de infección, necrosis, mala vascularización.

Las grapas pueden actuar como artefacto para la realización de un TC o una RNM.

Material necesario:

  • Anestésico.
  • Suero fisiológico.
  • Paños asépticos, guantes, desinfectante.
  • Material de cirugía:   
    • Tijeras de punta recta.                           
    • Pinzas (con o sin dientes).
    • Maquinilla para rasurar.
    • Grapadora precargada (figura 4).

Técnica:

Rasurar el cabello que dificulte el cierre de la herida, de modo que esta quede al descubierto. Debe hacerse esto después de limpiar la zona, pero antes de anestesiar y desinfectarla.

Con las pinzas se juntan los bordes de la herida justo por encima de donde vamos a iniciar la sutura, delante de la grapadora. Así conseguimos que las grapas aproximen los bordes.

Las grapas se retirar mediante un dispositivo especial, como se comentará mas adelante.


Imagen de grapas en una laceración en cuero cabelludo

 Sutura de esquina (Colchonero horizontal parcialmente enterrada)

Indicaciones:

Heridas con formaciones triangulares, melladas, con esquinas débiles difíciles de reparar.

Contraindicaciones:

  • Escasez de tejido bajo la dermis en esquina.
  • Heridas sucias, con signos de infección, necrosis, mala vascularización.

Material necesario:

  • Anestésico.
  • Suero fisiológico.
  • Paños asépticos, guantes, desinfectante.
  • Material de cirugía:   
    • Tijeras de punta recta.                           
    • Material de sutura con aguja: el adecuado según el tipo de piel, la herida, etc. (figura 1).
    • Portaagujas (figura 2).
    • Mosquito (figura 3).
    • Pinzas (con o sin dientes).

Técnica:

Se introduce la aguja a través de la dermis por el lado contrario al colgajo, a unos 0,5 cm de la esquina de la herida.

La aguja pasara por la hipodermis de la esquina del colgajo, y atraviesa la herida hasta salir por la dermis del lado opuesto al punto de entrada.

Así, los dos cabos salen al exterior de la herida por la zona opuesta al colgajo, y es aquí donde se realiza el nudo habitual.

En el resto de la herida se usan los puntos discontinuos habituales u otros según se decida.

Con este punto de sutura, se salvaguarda la esquina del colgajo, que no sufre lesión ni tensión.

La profundidad y la distancia de los puntos deben ser iguales, para evitar dismetrías, y que los bordes queden mal aproximados.

Reparación de las "Orejas de perro"

Indicaciones:

  • Cuando, tras la sutura, uno de los bordes queda mas largo que el otro, dejando una deformidad en forma de mamelón terminal.
  • En las laceraciones curvilíneas.

Contraindicaciones:

Heridas sucias, con signos de infección, necrosis, mala vascularización.

Material necesario:

  • Anestésico.
  • Suero fisiológico.
  • Paños asépticos, guantes, desinfectante.
  • Material de cirugía:   
    • Tijeras de punta recta.                           
    • Material de sutura con aguja:  el adecuado según el tipo de piel, la herida, etc. (figura 1).
    • Portaagujas (figura 2).
    • Mosquito (figura 3).
    • Pinzas (con o sin dientes).
    • Hoja y mango de bisturí.
    • Separador.

Técnica:

Es necesario resecar el mamelón.

Se hace el trazado de la incisión en una vertiente , después de ponerla ligeramente tensa con las pinzas, o con un separador, siguiendo la dirección de la cicatriz.

Se hace una nueva incisión en la vertiente opuesta , también con la misma dirección que la cicatriz, paralela a la anterior.

Se ha ampliado la zona de sutura, pero ahora sin deformidad.

Se termina la sutura con los puntos habituales.

Cierre en V-Y

Indicaciones:

Cierre de una herida en forma de V (triangular) con perdida de tejido o márgenes no viables, en el colgajo.

Contraindicaciones:

Heridas sucias, con signos de infección, necrosis, mala vascularización.

Material necesario:

  • Anestésico.
  • Suero fisiológico.
  • Paños asépticos, guantes, desinfectante.
  • Material de cirugía:   
    • Tijeras de punta recta.                              
    • Material de sutura con aguja:  el adecuado según el tipo de piel, la herida, etc  (figura 1).
    • Portaagujas (figura 2).
    • Mosquito (figura 3).
    • Pinzas (con o sin dientes).
    • Hoja y mango de bisturí.

Técnica:

Cortar y desbridar el tejido que no es viable usando el bisturí y traccionando con una pinza el extremo del colgajo.

Se colocan puntos simples en el extremo de la Y formada, creando de este modo una nueva esquina pero ya de tejido viable.  En esta zona se coloca un punto de esquina (ya comentado).

Y puntos simples para terminar de cerrar.

 
1.   2.
 
3.   4.
Complicaciones de la sutura

Las complicaciones derivadas de la sutura son parecidas independientemente del punto que decidamos usar.

Hemorragia intra-postoperatoria: Para evitarla debe usarse un vasoconstrictor siempre que sea posible, o isquemia digital. Se pueden usar la ligadura de vasos, el bisturí de coagulación, etc. si fuese necesario.

Hematoma-seroma: Por una deficiente aproximación de tejidos dejando espacios muertos bajo la capa superficial. Van a distorsionar la herida, y pueden llegar a infectarse.   Debe evitarse aproximando correctamente el tejido en toda su profundidad. Es especialmente importante considerar cuando se debe usar una sutura intradérmica, que evita dejar huecos.

Infección: Tanto del tejido, como de los bordes, puede llegar a evitar la cicatrización correcta. Se debe evitar prestando atención a la asepsia antes de proceder con la sutura.

Dehiscencia: Por una incorrecta aproximación de bordes, por la retirada precoz de los puntos o por el uso de un material inadecuado (sutura demasiado fina, etc). Puede llegar a requerir una intervención quirúrgica.

Granuloma: Producido por reacción del individuo con el material de sutura. Debe retirarse este, y tratar de limpiar y volver a cerrar la herida.

Necrosis: Por excesiva tensión de los puntos, que dificultan la circulación. El proceso de reepitelizacion requiere un adecuado aporte vascular. Es necesario desbridar, tratar como una herida sucia, y vigilar por si se agrava: infección necrotizante, necrosis de tejidos profundos, etc.

Hiperpigmentación: Se debe tratar de evitar recomendando al paciente que proteja la cicatriz del sol durante al menos un año. El uso de protectores solares, hará que la nueva piel tenga una pigmentación no excesiva.

Cicatriz hipertrófica: Prominente, pero que respeta los limites de la cicatriz. Suele ser necesaria la derivación para cirugía.

Cicatriz queloidea: No respeta límites. Como tratamiento paliativo están las infiltraciones con corticoides, parches de presión, etc.  La piel de los varones negros, es muy propensa a este tipo de cicatriz.

Errores más frecuentes

Incorrecta asepsia durante el proceso.

Pinchazos accidentales por no mantener controlada la aguja.

Criterios de derivación al especialista

Cuando exista necrosis importante, con afectación de planos profundos, como miositis, osteomielitis, etc.

Cuando la herida esta situada en una zona de riesgo, como es el surco retroauricular, el ángulo submandibular, próximo a arterias importantes, etc.

Tras la sutura

El tiempo para la retirada de los puntos depende del lugar donde esta la herida, del tipo de hilo/material empleado,

  • Cuero cabelludo: grapas.  8-10 días.    
  • Cuello-cara: hilo fino de 4:0 - 4-6 días.
  • Tronco, extremidades: hilo de 3:0 a 4:0 - 8-10 días.

Se usa para retirar puntos una pinza y una hoja de bisturí.

Para retirar las grapas existe un dispositivo especial, el quitagrapas, que ejerce presión sobre el punto medio de la grapa y así los extremos salen con facilidad (ver figura 5).

Debe recomendarse al paciente que mantenga seca y limpia la herida, y protegida del sol durante los próximos 6-12 meses.

HISTORIA BREVE DE LAS SUTURAS


La historia de la cirugía esta íntimamente ligada a la evolución de la tecnología en el campo de las suturas.

En EGIPTO (Dinastía XVIII, 1550 a C), de acuerdo al Papiro Smith, las heridas de la cara se trataban mediante afrontamiento de los bordes con material adhesivo. Las heridas se curaban con grasa, miel y carne fresca.

En ARABIA, cuna de grandes matemáticos y de extraordinarios médicos y filósofos medievales, (900 AC), comienza a utilizarse el "Kitgut" para cierre de heridas abdominales. El vocablo "Kit" hace referencia a las Cuerdas de violín fabricadas a partir de intestino de vaca. Es posible que de aquí derive la palabra "Catgut", como degeneración de lenguaje.

En la INDIA de tiempos del Ayurveda, en casos de heridas intestinales se hacían coincidir los bordes de la lesión y se hacían morder por grandes hormigas, para luego seccionar el cuerpo, quedando la cabeza como un moderno stapler biológico. Para entonces, el famoso cirujano hindú Sarsuta o Sushruta (600 AC), utilizaba en su cirugía toda clase de materiales, que incluía Algodón, cuero, crin de caballo y tendones.

La EDAD MEDIA (476 A 1453) tiene representantes quirúrgicos en el BIZANCIO de la EPOCA ALEJANDRINA (Hasta 642) con Oribasio, Aecio de Amida, Pablo de Egina y Alejandro de Tralles, quienes utilizaron técnicas quirúrgicas avanzadas y suturas de seda. Por su parte, en el ISLAM de aquel entonces se discutía la alternativa de utilizar suturas o cauterio. Los JUDIOS, que ya tenían el diseño de su propia sala de Cirugía (Beta de Saiza), practicaban el avivamiento de los bordes de la herida para lograr una mejor cicatrización.

Sin embargo, la tradición quirúrgica más importante de la Edad Media fue la famosa ESCUELA DE SALERNO (S XII-S XIII). Uno de sus exponentes, ROGERIO DE SALERNO, quien escribió su libro Practica Chirurgica (1180), dice en algunos de sus apartes
"...Si la herida está localizada en la cara, en la nariz, en los labios o en otra parte noble del cuerpo, y ha de ser cosida, primero hemos de acercar las dos partes lo más delicadamente que podamos; solemos coser la misma superficie de la piel, hasta donde puede resistir, con una aguja delgada e hilo de seda: Cada punto con una sutura propia e independiente, separando uno de otro; dejamos después en toda la sutura los extremos abiertos, no solo para que el pus salga más convenientemente a través de dichos orificios, sino también porque podemos introducir un drenaje..."

Otro insigne cirujano de esta Escuela, Rolando de Parma, describe lo que hizo en una herida de pulmón de un noble boloñés, Domicello, en quien aprecio un fragmento de pulmón herniado entre dos costillas, ante lo cual:

"...Incidí la piel alrededor de la herida y toda la porción de pulmón protuberante; detenida la sangre de la incisión de la piel, ayudado por el polvo rojo y otros remedios, conseguí la cicatrización con la ayuda de Dios..."

En la Edad Media Italiana también destaca Hugo Borgognani, quien recomienda la colocación de Vino en las heridas. Un hijo suyo, Teodorico Borgognani, dice en un fragmento de su libro Chirurgia (1275):

Libro II. Capítulo XI
"...Recordad, sobre todo, que una herida ha de mantenerse limpia. Tras haber unido sus labios, deberán colocarse cuidadosamente en su posición natural, manteniéndolos juntos con puntos, si es necesario, de acuerdo con la longitud de la herida; tal longitud, y la profundidad de la herida, deberán indicaros la profundidad que precisa darse a los puntos, así como su proximidad. Después de la sutura y de una esmerada cura, vendad bien la herida, tal como requiera la parte...cambiareis la cura cada tres días, a menos que exista excesiva podre en la herida, en cuyo la cambiareis todos los días; y cada vez que cambiéis la cura pondréis sobre la herida un poco de estopa impregnada en vino. NO DRENEIS UNA HERIDA...no es necesario, como hacen los necios, colocan una mecha en el extremo de una línea de sutura, ni tampoco, en tales condiciones, generar pus en una herida, como enseñan Rogerio, Rolando y muchos de sus discípulos y como casi todos los cirujanos modernos continúan haciendo. En efecto, no puede cometerse mayor error que éste, pues no hay nada que entorpezca tanto a la naturaleza, ni que prolongue tanto la enfermedad, impidiendo la reunificación y consolidación de la herida, deformando la parte e impidiendo la cicatrización..."

Refiriéndose a las heridas intestinales afirma en el Libro III. Capítulo XIX:
"...El intestino puede coserse con un hilo óptimo y delicado, elaborado con los intestinos de los animales..."

Por otro lado, en Flandes, Jehan Yperman (Muerto en 1330), afirma en el Libro I, Capítulo V de su libro Chirurgia:
"...Si existe una amplia herida, producida mediante un bastón u otro instrumento similar, cósela, comenzando por la mitad si la herida requiere tres puntos de sutura, e introduce en la parte hundida un drenaje para facilitar la salida del pus. Hay que dar estos puntos de sutura profundamente, de forma que los bordes de la herida se junten tanto en su fondo como por la parte superficial; la aguja usada para coser la herida ha de ser triangular y el ojo ha de estar calibrado de forma que el hilo pueda pasar a su través, sin que sea demasiado estrecho cuando la aguja esté provista de su hilo. Es conveniente encerar el hilo retorcido para no cortar la carne. Se puede usar también de seda roja o blanca..."

En la época del RENACIMIENTO (1453-1600), los Cirujanos son humillados por la Facultad de Medicina, que los limita a curar heridas, úlceras y abscesos.

Surge entonces la venerable figura del más grande cirujano de ese siglo, Ambrosio Pare (1510-1590), de quien extractamos algunos comentarios de sus obras, los cuales muestran el estado de la cirugía de aquel tiempo.

"...En aquel tiempo yo era un soldado bisono, que jamás había visto la primera cura de las heridas por arma de fuego. Es cierto que había leído en Jean da Vigo, Primer libro...que las heridas producidas por arma de fuego resultaban venenosas, a causa de la pólvora, y para su cura él mandaba cauterizarlas con aceite de saúco caliente hasta escaldar, en el que debería mezclarse una pequeña triaca, y a fin de no equivocarme antes de utilizar dicho aceite, sabiendo que tal cosa podría ocasionar gran dolor al paciente, quise primero saber que hacían en la primera cura otros cirujanos, ...y de ellos tome valor para hacerlo como ellos lo hacían. Finalmente, me falto aceite y me vi obligado a aplicar en su lugar un digestivo hecho con yemas de huevo, aceite de rosas y terebinto. Aquella noche no pude dormir a placer temiendo que por la falta de buena cauterización encontraría muertos o envenenados a los heridos a quienes no había podido poner el mencionado aceite, lo que me hizo levantarme muy temprano para visitarlos; mas allá de mi esperanza, encontró que aquellos a quienes había puesto el medicamento digestivo sentían poco dolor y sus heridas sin inflamación ni tumefacción, habiendo descansado bastante bien durante toda la noche; los otros, a quienes había aplicado el citado aceite hirviendo, los encontré con fiebre, grandes dolores y tumefacción en torno a sus heridas. Entonces resolví para mi mismo, no quemar nunca mas tan cruelmente a los heridos por arcabuzasos..."

Otros cirujanos que se destacan son Hans von Gersdorff, quien utiliza vejigas de animal en la cobertura de muñones de amputación; Gaspare Tagliacozzi (1546-1599), uno de los padres de la Cirugía Plástica y Bartolomé Hidalgo de Aguero (1530-1597), quien es uno de los que mas enfáticamente dice No a la teoría del "pus loable".

De la obra de otro cirujano alemán, HEINRICH VON PFOLSPEUNDT, escrita en 1460, extractamos el siguiente aparte:

"...Primeramente aconsejo a quien desee trabajar en este arte y curar...guardarse de estar ebrio cuando va a visitar pacientes...y especialmente, debe evitar, si ha comido cebolla o guisantes o dormido la noche anterior con una mujer impura, respirar por la mañana sobre cualquier herida...También debe lavar sus manos antes de tratar a cualquiera..."

La CIRUGÍA DEL BARROCO (1600-1740) tiene exponentes de la talla de Richard Wiseman, quien escribe un Tratado sobre Manejo de las Heridas. A su vez, en Alemania, Wilhem von Hilden comienza a utilizar el Torniquete hemostático.

La CIRUGÍA DE LA ILUSTRACION (1740-1800) mejora aún mas el conocimiento de las heridas y su manejo, así como la mejoría en las suturas, en cabeza de Percival Pott y John Hunter en Inglaterra; Jean Louis Petit en Francia y Antonio Scarpa en Italia.

A esta le sobreviene la época del ROMANTICISMO (1800-1848), con la inolvidable figura de Jean Dominique Larrey, Cirujano de Napoleón, experto en trauma; Guillaume Dupuytren, también en Francia; Astley Paston Cooper y Charles Bell en Inglaterra; Ferdinand von Graefe y Martin Langenbeck en Alemania. Por entonces, las reglas de oro en heridas eran: Drenaje, Líquidos y la colocación de material extraño en la superficie cruenta para provocar la supuración.

Con el advenimiento de la CULTURA POSITIVISTA (1848-1870), la cirugía se convierte en ciencia, se delimita un mismo lenguaje universal y se extiende a todos los órganos.

Se debe a Lister la introducción del Catgut Carbólico y el Catgut Cromado entre 1860 y 1861.

Todavía son válidos los principios quirúrgicos de WILLIAM HALSTEAD (Baltimore 1900), quien recomendaba el uso de Seda delgada en cierre interrumpido y una Hemostasis exhaustiva y sofisticada.

Durante la Primera Guerra Mundial se establecen los principios básicos del manejo de las heridas: Toda herida esta potencialmente infectada, debe intervenirse tempranamente y debe evitarse la supuración a toda costa. En ALEMANIA se diseñan los primeros materiales sintéticos absorbibles en 1931; las Poliamidas en 1939; los Poliesteres en 1950 y el Acido poliglicólico y Prolene: 1970.

Hoy en día, gracias al esfuerzo de estos pioneros y a la investigación de siglos, poseemos una amplísima gama de suturas que hacen de la cirugía una forma de tratamiento efectiva, segura y placentera para quien la ejerce.

QUE ES UNA SUTURA

El término sutura, del latín sutūra, coser, tiene varios significados en la biología, medicina y botánica:
1. Sutura: es la línea de unión de las dos valvas de un fruto (por ejemplo, la legumbre) y por donde éste se abre a la madurez.
2. Punto quirúrgico: es una intervención médica en la cual se junta las heridas de la piel, órganos internos, tejidos
3. Suturas del cráneo: son las articulaciones fibrosas a modo de sierra, que unen los distintos huesos del cráneo de los animales vertebrados (incluyendo al ser humano). vasculares y cualquier otro tejido después de haber sido severamente
dañados o separados.